La bella Sala de Notarios (hoy lugar dedicado, entre otras cosas, a albergar ruedas de prensa) era el escenario para dar la bienvenida. Con la lectura (por uno de los cientos de voluntarios inscritos) de una carta enviada por el Presidente de la República, Giorgo Napolitano, se inauguraba la III edición del Festival.
En el ambiente, palabras del fallecido Indro Montanelli que incitaban a los presentes a luchar por todas las batallas en las que uno cree, incluida, obviamente, la del periodismo. "Esta profesión no puede ejercerla alguien que no crea en ella", apuntaría horas más tarde el periodista del Corriere della Sera, Carlo Vulpio.
La necesidad de elegir se hizo patente desde el primer momento, ya que durante todo el evento, las diferentes ponencias coincidirán cada día en el mismo horario. Mientras los de Reuters proyectaban un documental, a mí me enviaron a hacer fotos a la entrega de premios de una "Comunicación por la Sociedad". La nota extranjera la pondría Candido Grzybowski, director del Instituto brasileño IBASE.
La investigación medioambiental fue otro de los platos fuertes del día, donde se analizó desde la necesidad de una especialización por parte de los jóvenes periodistas, como es el caso del campo del periodismo científico, que estuvo representado por la periodista Silvie Coyaud.
Como era de esperar, el periodismo de participación ciudadana, las redes sociales tipo Facebook, los Blogs y la información generada por medios no convencionales ocuparon ya desde el primer día (y seguirá durante todo el festival) un amplio espacio en el programa. "Siempre se ha dicho que la libertad de prensa pertenece a los que tienen la prensa; con estos medios, la prensa nos permanece a todos", serían las palabras que introducirían el tema. El debate estaba garantizado. ¿Todo lo que sale en la red es periodismo? La respuesta prácticamente unánime es no. Si las labores de periodismo son generadas (y gratuitamente) por la aportación de ciudadanos, ¿a qué plano pasa el papel del periodista?
En el ambiente, palabras del fallecido Indro Montanelli que incitaban a los presentes a luchar por todas las batallas en las que uno cree, incluida, obviamente, la del periodismo. "Esta profesión no puede ejercerla alguien que no crea en ella", apuntaría horas más tarde el periodista del Corriere della Sera, Carlo Vulpio.
La necesidad de elegir se hizo patente desde el primer momento, ya que durante todo el evento, las diferentes ponencias coincidirán cada día en el mismo horario. Mientras los de Reuters proyectaban un documental, a mí me enviaron a hacer fotos a la entrega de premios de una "Comunicación por la Sociedad". La nota extranjera la pondría Candido Grzybowski, director del Instituto brasileño IBASE.
La investigación medioambiental fue otro de los platos fuertes del día, donde se analizó desde la necesidad de una especialización por parte de los jóvenes periodistas, como es el caso del campo del periodismo científico, que estuvo representado por la periodista Silvie Coyaud.
Como era de esperar, el periodismo de participación ciudadana, las redes sociales tipo Facebook, los Blogs y la información generada por medios no convencionales ocuparon ya desde el primer día (y seguirá durante todo el festival) un amplio espacio en el programa. "Siempre se ha dicho que la libertad de prensa pertenece a los que tienen la prensa; con estos medios, la prensa nos permanece a todos", serían las palabras que introducirían el tema. El debate estaba garantizado. ¿Todo lo que sale en la red es periodismo? La respuesta prácticamente unánime es no. Si las labores de periodismo son generadas (y gratuitamente) por la aportación de ciudadanos, ¿a qué plano pasa el papel del periodista?
Otro de los espacios del festival es, en pleno Corso Vannucci, una librería centrada en los temas que ocupan el programa: desde numerosos libros sobre el caso de Aldo Moro -político asesinado en 1.978 por las Brigadas Rojas, después de permanecer 55 días secuestrados-, hasta todo tipo de manuales sobre periodismo. Entre tantos, no pude resistirme a "la versión italiana" de la periodista española Mercedes Gallego. Es el libro Dentro la guerra, donde Monica Maggioni, la única periodista italiana "empotrada" en las tropas norteamericanas durante la Guerra de Irak, cuenta su experiencia como corresponsal.
Hasta el domingo, la crítica y el análisis tendrán una sola materia en Perugia: el periodismo.
Hasta el domingo, la crítica y el análisis tendrán una sola materia en Perugia: el periodismo.
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