lunes, 22 de diciembre de 2008

Cartas de una Erasmus - Entrega 07

La visita de La Mamma
Cuando la vuelta a casa por Navidad está literalmente a la vuelta de la esquina, mi madre me anuncia que ha juntado los días que le deben en su trabajo y que viene a visitarme. La recojo en coche en Pisa, acompañada de mi coinquilina y de las súperamigas. En un país como Italia donde La Mammaes toda una institución, ¿cómo no esperar ansiosa a la mía?









Pisa nos acoge con un sol rompedor que contrasta con las frías lluvias perugianas. En el mantón verde bajo la torre inclinada, si te apartas unos metros para observar, los turistas que juegan a sujetar la torre parecen deportistas de una sesión de Tai Chi al aire libre. Pisa es poco más que su emblemática torre, y volvemos a Perugia para demostrarle a mi madre que la ciudad que me ha acogido en mi italiana Erasmus mezcla desde los antiguos encantos legados por los etruscos hasta los más modernos ánimos despertados por la multitud de estudiantes que cada año acogen las Universidades Degli Studi y Per Stranieri.

Los secretos de Perugia
Hace falta que llegue la mamma para descubrir zonas nunca transitadas en la ciudad que habito desde hace casi tres meses. Increíble pero cierto: un Pozzo etrusco por el que se desciende, justo donde se sale de fiesta; el, probablemente, primer fresco de Rafael en la Capella di San Severo; una iglesia redonda, el Templo di Sant Angelo, que constituye la iglesia más antigua de la ciudad… y, entre otras cosas, un curioso y enigmático huerto en el interior de la Facultad de Agraria, con elementos como el Árbol Cósmico, el Árbol de la Luz y la Sabiduría, el Árbol del Bien y del Mal… y un curioso árbol de un rojo intenso denominado simbólicamente el Árbol de la Fresa.









La Perugina
Pero una de las visitas innegociables en la ciudad del chocolate era La Perugina, es decir, la Fábrica de Chocolate, perteneciente desde 1988 a Nestlé. La visita es gratuita y te reciben con una degustación de chocolates y caramelos. Posteriormente, te hacen un recorrido guiado por las instalaciones, y a la par, por la historia de la fábrica. Como dato curioso, el bombón emblemático, el Baci, entró en los Record Guinness, como el bombón más grande, en el año 2003, cuando hicieron un Baci gigante de 5.980 kg., 2,15 metros de alto. Un Baci que se hizo en 1.000 horas de trabajo y se comió en tan sólo cinco horas.

Todos los caminos llevan a Roma
Santa Maria degli Angeli, Assisi (Asís), Spello... y una parrillada de carne en la sierra de Umbría, la zona donde se encuentra Perugia: platos típicos como la polenta o la torta al testo, carnes varias y el famoso vino umbro.

Despedida con chocolate con nata casero y antes de volver a España, nada mejor que marchar de Italia pasando unos días en la siempre fascinante Roma. Mi madre nunca había estado en la capital italiana, ¿cómo amoldar la ciudad eterna a tan sólo dos días y dos noches de permanencia allí?

Recuerdos de lugares nunca vistos: todo el mundo conoce Roma antes de llegar. Pero Roma siempre sorprende. La Fontana di Trevi fue una de las primeras paradas. La pasta al salmón de la Pizzería Montecarlo; la segunda. La obsesión de mi madre: la Piazza Spagna, pero ¿dónde están las flores que aparecen en las postales y en las películas?, preguntó.

El Vaticano, San Pedro, las vistas desde su cúpula, las vistas desde San Angelo… hay tanto que sentir en Roma... El Coliseo, los Museos Capitolinos, Piazza Navona… Campo di Friori, Trastevere… y entre pizza al taglio y piadina, la última noche cenamos en un argentino.

Habrá que volver a Roma… a escribirla, a sentirla. Y entonces, me viene a la cabeza una película: Gente di Roma, de Ettore Scola. Y las palabras sobran.

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