Entre los descontentos y los confusos, entre los que se agarran a lo nuevo como única alternativa por muy suicida que sea y los que creen que la política no les interesa. Y para colmo, los vagos que ignorando el trabajo que costó conseguir el derecho al voto, se quedarán en casa dándolo todo por perdido o todo por ganado. Votar no es sólo un derecho, debería ser un deber, real y moral. Yo sí voto, lo tengo claro.
¿Sos española?, me preguntó el uruguayo
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"*La utopía está en el horizonte*. Camino dos pasos, ella se aleja dos
pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve
la utop...
Hace 7 meses
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