No es cuestión de elecciones, es más bien cosa de ética. Uno puede declararse ambiguo por definición, pasota por costumbre y hacer(se) creer de los de 'a mí la política no me interesa' cuando la misma frase es ya una mentira. Pero sólo podrá mantenerse al margen durante un tiempo. Al final vivir es elegir y elegir es mojarse. Y ser de derechas y haber votado al PP o ser de izquierdas y no haber votado al PP, no es lo mismo. Derecha e izquierda, por mucho que digan, no es lo mismo. No es cuestión de votar sino de actuar, y de hacerlo en consecuencia a unos principios. Principios precisamente políticos por muy anárquicos que puedan ser. Por eso ser de izquierdas es también que el alma te duela hoy más que ayer pero, desgraciadamente, menos que mañana.
¿Sos española?, me preguntó el uruguayo
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"*La utopía está en el horizonte*. Camino dos pasos, ella se aleja dos
pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve
la utop...
Hace 7 meses
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