Ángela debate. Sobre una cama cubierta con una colcha verde llena de pequeños Mickeys, observa sus bolígrafos nuevos y piensa a quién va a regalarle cada uno. Mickey, Minnie, Donald, Daisy, Pluto, Goofy; los protagonistas.
Hay un amigo en mí. Llevamos cuatro horas en el parque de Disneyland París, a gasto pagado, en nuestro primer viaje de prensa al extranjero, y estamos emocionadas.

Retrocedemos. Varias horas antes: Ángela y yo aún no hemos entrado en el parque. Acabamos de llegar al hotel "New York", el segundo más caro del recinto temático (Mientras el ascensor se eleva, suena jazz). En la mente tenemos uno de nuestros últimos viajes, una habitación en Praga tan cutre que tuvimos que utilizar las cortinas como sábanas. Nuestra habitación en París es tan grande que tenemos dos camas de matrimonio, un escritorio, una mesa amplia y varios muebles. Primera impresión: Desde nuestros ventanales, vemos el parque iluminado.
Cenamos en el mundo de Aladín. Regresamos de madrugada. Ángela dice: "Acabamos de descubrir el periodismo feliz... cuando seamos súper periodistas, contamos nuestras aventuras de becarias". Antes de echarnos a dormir, nos dedicaremos a saltar de cama en cama. Estamos en Disney, un mundo ideal, podemos permitirnos hacernos las crías.
Hakuna Matata. Seguimos saltando de cama en cama.
Hakuna Matata. Seguimos saltando de cama en cama.
Son las 9.45 y el día, frente a todo pronóstico, amanece soleado. El programa es completo. Preparaos... Silbando al trabajar.
Cuando a mediodía, Mickey nos invite a comer a su casa, ya nos conoceremos los estudios, habremos escuchado bandas sonoras de las películas de Disney en varios idiomas y nos habremos montado en más de una atracción. El ascensor se llevará la palma. Nos conquista el botones: Eres tú mi príncipe azul.

Adventureland, Frontierland, Fantasyland, Discoveryland y Main Street. La casa de Blancanieves, la ciudad de los niños perdidos, el mar donde buscar a Nemo, la carroza de Cenicienta, trasanlánticos, cuevas, un barco en el Caribe lleno de piratas, astronautas, coches de carrera, el laberinto y Alicia, un pequeño mundo, montañas rusas... Pretty Woman cantado por princesas, un baile de malas. Ratatouille, Lilo y Stitch, Tiana.
Muchas más fotos AQUÍ.
6 comentarios:
¡Yo quiero el periodismo feliz!
¡COMO ME GUSTA LEERTE!
¡FUERA TRISTEZA!
BESOS AMIGA
jajaja me encanta...
Este año voy a clase con un grupo de 1º, y a veces escucho la típica pregunta de '¿por qué estudio periodismo?'... les pasaré tu blog para que sepan porqué estudian periodismo, porque en esas condiciones uno olvida todas las dudas y los malos momentos pasados en la carrera, en las prácticas y en las malditas horas perdidas con profesores inútiles...
Multe, dí que sí... Periodismo siempre y a pesar de lo maaaalo... jajaj... y, chicos, si es feliz, pues mucho mejor.
jooo, yo quiero más periodismo feliz... :(
Ja, ja, ja... tú no te preocupes niña, que seguro que encuentras más happy journalism!!! No desesperes!!
Publicar un comentario