Aunque el perro sigue siendo el mejor amigo del hombre, las encuestas avalan el ascenso del gato como animal de compañía. En estos tiempos de prisas y crisis, el gato requiere, en principio, menos atenciones que el perro, motivo por el cual su popularidad aumenta entre los que quieren vivir con una mascota.
Estos días se publica el libro El encantador de gatos, donde el veterinario Carlos Rodríguez (autor también de El encantador de perros), explica como "amaestrar" al "inmaestrable". El gato, al contrario del perro, explica el autor, sólo atenderá ante resultados, es decir, si no hay premio, olvídate de que te haga caso. El gato es listo y convenido.
La curiosidad es una de las características que se les atribuye. Y no hay refrán más cierto que aquel de que "la curiosidad mató al gato". Representante del misterio, desde la antigüedad, el gato es un animal acompañado de leyendas, tanto positivas como negativas. Ante el diluvio universal, Noé no recogió una pareja de gatos. Libres de enemigo, los ratones empezaron a reproducirse convirtiéndose en una fuerte amenaza. Ante esto, Noé rogó a Dios una solución; en mitad de estas plegarias, un león estornudó y de su estornudo salió una pequeña criatura: el gato, que acabó con los ratones.
Mientras los egipcios los veneraban considerándolos símbolo de astucia y divinidad; durante la inquisición, muchos gatos fueron asesinados creyéndolos brujas reencarnadas. Fueron los egipcios mismos los que los adoraban hasta tal punto que los embalsamaban a su muerte, pero dieron tanto un ejemplo máximo de cuidado y amor hacia los gatos, como de brutalidad cuando los entregaban como ofrendas para la veneración de dioses.
Roma fue uno de los imperios posteriores que también demostró su amor hacia este animal, aunque en ese caso, una vez más, por la conveniencia de que fuese un gran depredador de ratas. Aún hoy, la Roma eterna del siglo XXI, sigue siendo famosa como ciudad de gatos.
Yo no entiendo muy bien eso que dicen de la lucha constante entre el gato y el perro, cuando ambos animales pueden llevarse perfectamente. Una de las diferencias entre ambas especies, dicen que es que mientras el perro te hace sentir un Dios, el gato es el Dios mismo. Existe un cierto empeño en dividir a la gente con la pregunta de "¿qué prefieres gato o perro?". O incluso con decir que las personas podrían clasificarse en gatos y perros según sus características.
La independencia y el amor a una cierta soledad son otras de las características que se asocian a los felinos. Lo que no significa -esto es, en mi opinión, una gran equivocación-, que no sean cariñosos y que no necesiten amor. No he visto a ningún animal más cariñoso que a mi gato Rufo (o Ruffini) que te recibe a ronroneos con sólo entrar en la habitación.
Hay mucha literatura detrás de los gatos. No hay relato más redondo que El gato negro de Allan Poe, donde el animal se convierte en la propia conciencia. O quien no ha crecido con El gato con botas. "No son más silenciosos los espejos", que escribió Borges para describir al gato, como tantos otros escritores hicieron: Lorca, Neruda, Baudelaire... También El Mundo, publicó hace unos días la noticia del gato Óscar, un gato que prevé la muerte en un geriátrico.
Hay un montón de webs de gatos porque hay un montón de gatófilos por el mundo. Dicen que en España hay más de 5.000 gatos "empadronados" con el microchip, a parte están los "ilegales"...
Con un gato como el mío (y una madre como la mía), es imposible no ser una auténtica enamorada de los gatos. Pero eso sí, no quita eso para ser también una absoluta enamorada de los perros, y es que cómo no serlo con un perro como Benji. Mirando la foto se aprecia que ambos conviven en amor y compañía, aunque eso sí, el bonachón de Benji cede su cojín al Dios Rufo.
2 comentarios:
Para la ternura siempre hay tiempo, y por aquí aparece el más pequeño...
Acabo de leer "Sentar cabeza" de Silvia Ugidos. Te encantaría. La autora es una "gatófila" confesa. El libro comienza con un texto sobre Venecia vista a través de los ojos del fantasma de un gato....
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