lunes, 10 de febrero de 2014

Ese (despreciado) cine español

Durante muchos años, Sobreviviré fue mi película favorita
No es cosa de ahora. Siempre preferí ver una película española que una americana. Quizá por eso tengo grandes lagunas en el cine mundial (intento remediarlo piano piano), pero me he visto buena parte de la filmografía española desde décadas anteriores a mi nacimiento hasta los últimos premios Goya. Es cierto, siempre he tenido cierta debilidad por el cine patrio, por la ficción hecha en casa.

Durante años he tenido que escuchar las manidas frases de desprecio hacia el cine español, esa incansable retahíla de insultos hacia equipos artísticos y técnicos sin analizar el producto; críticas vacías, simplemente por el hecho de ser cine español. Porque lo mejor de todo es que esos que echaban sapos y culebras sobre el cine nacional no se habían acercado a ver una película española al cine. Frases que llevo escuchando desde aquellos años en los que me recuerdo viendo encantada Belle Époque hasta hace unos días, cuando después de ver 15 años y un día, la amiga con la que la había visto me dice que, como a mí, le ha gustado mucho la película, pero que claro, no había ido antes porque puestos a pagar por ir al cine, no va a pagar por una película española...

¿No va a pagar por una peli española? Tantos años y no hemos evolucionado. ¿Por qué? Obviamente el cine español hace malas películas. ¿Acaso no hacen malas películas los americanos? Pero también hacen películas exquisitas, sublimes, maravillosas. Tenemos menos medios, pero grandes dosis de imaginación y esfuerzo y entusiasmo y valentía... y actores y actrices fabulosos, y guionistas y directores y directores de foto y de arte, y técnicos y artistas grandes, muy grandes... aunque no se les valore. 

Porque el problema del cine español no es el cine español, es que no se le quiere, es que la política lo maltrata y el público lo desprecia. Pero si eso me ha llamado la atención desde hace años, cada vez que he salido a defender el cine que a mí me gusta, aún más me sorprende ahora... Ahora que por diversos motivos me veo a menudo rodeada de gente vinculada al cine. Gente que estudia para ser dire de foto, para producir cine español, para ser actores y actrices... y que pese a ello reniegan como el que más del cine que desean que les de de comer. No solo los alumnos, sino incluso los profesores, los que te mandan hacer un trabajo sobre un director de cine, pero no te aceptan la propuesta de hacerlo sobre Gracia Querejeta y te obligan a que lo hagas sobre cualquier otro... que no hable español. Un odio al cine español desde dentro, que como en las mejores familias, es el que más daño hace. 

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