Literalmente, sin tiempo para respirar. Pasa todo tan deprisa que no me da tiempo. No me da tiempo a escribir lo que quiero escribir, a cuidar lo que tengo que cuidar. A hacer las cosas que la gente normal hace. A poner lavadoras. A ver una película. A hablar con mis amigos. A dormir. A tener vida. Llevo hoy más horas delante del ordenador que en un día normal de redacción. Porque trabajo, precisamente, es lo que tengo acumulado. No asimilo. Necesito un kit-kat. Tampoco aquí tengo tiempo para escribir más.
Vargas Llosa, “perplejo”, al recibir el Premio: “No sé por qué me lo han
dado”
-
El escritor *Mario Vargas Llosa* recibió ayer, en el Auditorio del
Revellín, el *Premio Convivencia*. En su discurso aludió a una pregunta
realizada ...
Hace 3 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario