domingo, 21 de octubre de 2007

Huelva Información

La comunicación es un mar embravecido en el que hay que navegar con mucho cuidado para no naufragar ni ahogarse. Si te empeñas en preguntar, eso es lo que he aprendido. Un poco de eso que todo el mundo asegura que sabe lo qué es pero que nadie te da una respuesta concreta, que creen sencillo de manejar y es tan complicado como el entramado de recelos, emociones y dudas que envuelve al ser humano: la comunicación, arma que mata al propio asesino.

Observando he descubierto que la gente calla más de lo que cuenta y grita más de lo que sabe, que a mayor volumen en el tono de las palabras, más necios son los contenidos de éstas. Es decir, primera lección: a quien habla mucho y a gritos, mejor ni escucharlo. Me ha quedado muy claro que el interés personal prima sobre la veracidad, la justicia, la lealtad, la ética, y sobre todos esos abstractos conceptos más cercanos a la utopía de una joven soñadora que al negocio de comunicarnos; así como que cualquier tema puede ser “noticia” dependiendo de criterios que nada tienen que ver con lo que teníamos escrito en los apuntes. Porque esas son la segunda y tercera lecciones aprendidas: por un lado, no te fíes nunca del protagonista de la historia, porque el que vende es el mismo que el que cobra; y por otro lado, la comunicación es un negocio donde las peleas políticas, vecinales, urbanísticas, medioambientales… están todas ellas adornadas con el aroma a rancio del dinero. He comprendido también que el teléfono y la agenda son los mejores aliados, que en el mayor de los casos los fotógrafos y maquetadores son los que más saben, que la literatura y la inventiva juegan un papel demasiado grande.

Por lo tanto, comunicación emisor- receptor (canal, contexto…), y lo que hacemos entre nosotros, (gritar, injuriar, ordenar, mandar, sobornar, acusar, mentir…) está muy lejos de llamarse “comunicarnos”. Por lo que los medios de comunicación son “medios de nuestra comunicación”, es decir, la vía y excusa donde enfrentarnos, el frente que utilizan los periodistas (y sus amigos y sus hermanos) para hacer temblar a sus enemigos íntimos (y yo que pensaba que eran la palabra del pueblo, el soporte de la voz luchadora, la fuerza culta contra las injusticias…)

Y a pesar de este caos, tras este aprendizaje sólo se esconde la confiada aspiración de creer que los Medios de Comunicación no son, lo que desgraciadamente, día a día nos demuestran que son.


... Y sin embargo, si esto parece una feroz crítica o un feroz desencanto, es que no has entendido nada, o yo no me he hecho entender. En esta vorágine también he sacado en claro que la risa es la mejor terapia, que trabajar entre gente competente y agradable, que a tu lado encuentres a maestros, y también a amigos, es el mejor aprendizaje y la mayor satisfacción, y que aún hay huecos para encontrar soñadores y soñar... Logrando hacer de dos meses de prácticas intensivas, dos meses de experiencias inolvidables.

Y es que dos meses de prácticas han dado para mucho y guardaré un maravilloso recuerdo y unas importantes enseñanzas de todos y cada uno de mis compañeros del periódico Huelva Información.

(Septiembre 2007)

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