miércoles, 10 de marzo de 2010

Las cartas que no envié

"Empecé a escribir estas cartas, ¿cuándo?, hace veinte años ya. Todas las semanas te envío una. Es cierto, la ausencia de estas dos semanas últimas puedo justificarla. Escribía y rompía las cartas. No, no quería que fuera la última carta. Nada de confesiones. Vuelvo a mi historia. Al fin y al cabo las historias no las escribo para ti. Bien me lo dices. Escribo para mí mismo. Por eso no quería mandarte esa carta y vuelvo a mis historias. Rompí muchas veces la carta puesto que me parecía que iba a ser la última carta. Te seguiré contando lo que me pasa. Mis historias."

Correspondencias, Pedro G. Romero


Refugiarse en la literatura. Agarrarse a la prosa de otros para ocultar los miedos. Repetir las historias ante la incomprensión. Vivir en lo cotidiano para eludir los silencios. Utilizar la última excusa para no desaparecer. Porque frente al vacío sólo queda lanzarse al fuego, aunque te abrase.

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