domingo, 27 de enero de 2008

Concentración cero

Abstracción. Absenta con LCD.
Mentira, sólo eran palabras.
Biología. Física.

Ni así uno se concentra. Números, estrategias, tácticas, recursos ¿Conthe y Porter? Horror.

Pensamientos.

Alejandro se pierde tras la máscara blanca. Jorge vuelve de París.
El gato está aprendiendo a ladrar.

¿De dónde viene lo de desconcertarse hasta con el zumbido de una mosca?

Retroceso de unas horas. Fascinación. Qué sabios, qué puros, qué vitales. Te entran ganas de tener quince años más.

La abstracción no es tal.

Estoy aprendiendo a trasladarme a los países mirándolos en el mapa que cuelga sobre la pared. En exámenes debería descolgar las fotos y los carteles para no irme con ellos.

Hoy hace un mes.

Maldita excesiva imaginación.

¿Adaptarse? Tampoco es eso.
Como vuelva escuchar al gato ladrar me voy a la cama.

Tengo nueve libros, dos carpetas, seis periódicos y un centenar de folios sobre la cama. Soy de letras, diga lo que diga Darwin… Si es que estudiar fórmulas matemáticas no puede sentar bien.

Definitivamente, me voy a la cama.
Mente en blanco.
Maldita utopía.

No hay comentarios: