viernes, 21 de mayo de 2010

Volver a casa

Volver a casa y que no estés. Contener las ganas de llamarte. Soñar contigo y creer que me despertarás roncando.
Desear irme contigo, que los autobuses se estrellen, que la vida se pare.
Mientras, el otro ronronea debajo de mi camiseta y olisquea el salón intuyendo tu ausencia.
Amanece entre vientos y calores y el sol es absurdo porque ya no brilla.
La vida se descompone podrida desde sus raíces.
Sola en casa, odiando el destino y las leyes de vida. Agarrada a la mente. Aprendiendo que nada existe más allá de lo que imaginamos porque el mundo real es la gran mentira en la que habitamos. 

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