miércoles, 2 de enero de 2008

RECONCILIÁNDOME CON LA VIDA


- Los abrazos… porque son más sinceros que los besos.
- Cuando mi madre se ríe de las cosas absurdas que yo le cuento.
- La cara de felicidad de mi padre cuando mi hermano canta con él.
- Hablar por teléfono con Ale y con Jorge aunque no tengamos nada que decirnos.
- Los cafés con mis chicas segovianas después de los exámenes contrastando resultados, y la llamada previa al examen anticipando preguntas y suavizando nervios... (como los voy a echar de menos este año).
- Quedarme cinco minutos más debajo del edredón.
- Benji (el de la foto)
- Las tabletas de chocolate compartidas.
- Tumbarte en la hamaca en verano, después de comer, al sol andaluz.
- La necesidad imperiosa de pillar el primer papel que tenga a mano y escribir esas palabras que tengo en la cabeza.
- Cuando me quedan 3 páginas para terminar un libro pero decido dejarlo para el día siguiente… y así alargar el placer.
- El buen sabor de boca que te dejan algunos libros, algunas películas, algunas obras de teatro, los minutos posteriores que te quedas en tu mundo, en la recreación.
- Ver el mar desde casa de mi abuela.
- Los gritos en los conciertos.
- Que cubran tus manos frías con las manos calentitas.
- Los tintos de verano en el Zafiro, comprobando que hay cosas que no cambian.
- Las barbacoas en casa.
- Ir en el coche con mi madre y comprobar que nos gustan las mismas canciones.
- Conducir yo sola en el coche y cantar con la música muy alta.
- Que me toquen en el pelo.
- Lo bonita que se queda la ciudad cuando nieva.
- La cara que pones la primera vez que ves nevar.
- Redescubrir a alguien.
- Soñar un viaje antes de realizarlo.
- La canción Mas de cien mentiras de J. Sabina.
- La película Sobreviviré, de Emma Suárez.
- Cuando con sólo cruzar dos palabras con alguien, sabes que conectas con el alma de esa persona.
- Las conversaciones que te dejan con ganas de más.
- Los retazos de poemas, de canciones, de citas, que se te vienen a la cabeza en un momento inesperado.
- El tacto de la piel.
- Las miradas cómplices.
- Los animales que te demuestran más humanidad que los humanos.
- Jugar y correr como cuando tenías 8 años con la excusa de entretener al primo chico o al hijo de...
- Los melocotones con la piel mojada a bocados y en la playa.
- Los recuerdos que reconfortan en lugar de doler.
- Las divagaciones filosóficas de mi hermano.
- Las lagrimas que brotan de reírte a carcajadas.
- El puente Carranza.
- El bon voyage.
- Montar en bici (cuesta abajo y con viento).
- El orgullo tras el trabajo bien hecho.
- Las llamadas a media noche que duran horas.
- El banco de la plazoleta de enfrente del instituto.
- Las acampadas.
- Las guerras de agua.
- Las fotografías que evocan sonrisas.
- La curiosidad.
- La admiración.
- La complicidad, la conexión.
- La escucha.
- Las personas que cuando hablan tienen tal presencia que envuelven todo, que lo inundan de magia.
- Cuando el silencio no incomoda.
- Los me lanzo, no me lanzo... de los primeros besos.
- Las caricias.
- Las dudas.
- Compartir tus secretos.
- Las hogueras, las chimeneas.
- El sol, el mar, los árboles, las flores.
- Acurrucarte con alguien a quien quieres mucho.
- Los instantes de felicidad plena.

3 comentarios:

estrella de mar dijo...

Termino de ver la película de Manuale d'amore 2 (con escenas grabadas en Lecce, mi ciudad italiana) y estoy en ese momento nublado del que hablas.

Pensando en los buenos momentos y esperando a que en el messenger dé señales de vida el niño de mis ojos, que siempre se hace de rogar.

Haces bien reconciliándote con la vida... ya sabes, la vida es chula

un abrazo y cuidado con los dragones come-personas.

Víctor L. Gómez dijo...

Hostias que bonito!!!!, que de curiosidades y paradojas tiene la vida...

Martita escribiendo a Patri.

Lo que no saben es que las dos comparten vocacion y tienen en su corazon Italia.

Patricia siempre en mi destino.

Mil besos, Víctor.

cielomiomarito dijo...

Questa bellissima lettura ha riconciliato anche me. Ciao, da un luogo dove di neve ce n'è tanta, tanta, tanta :)