Lo importante y lo superfluo. Diferentes prismáticos para mirar al mismo horizonte. Los insultos o las réplicas. Los amigos, los que sabes, los que lo demuestran. Los abrazos quebrados. Levedad frente a montañas muy altas. Alfombras voladoras para surcar cielos violetas. Miedos imposibles que esconden en canciones. Dudas sociales. Ilusiones. Ratones y elefantes jugando al escondite por callejones baldíos, pero llenos de naranjos. Enigmas asustadizos que saben a agua con gas. Una pregunta con millones de respuestas. Una respuesta huérfana de preguntas. La música, en dos minutos. La pantalla de este ordenador. Una tarde de medias madrugadas. Un maullido en la noche, el sudor frío. El levante asustadizo que frena impulsos suicidas. El eco. El silencio para frenar el ruido de la muchedumbre. La playa, ahí al lado.
¿Sos española?, me preguntó el uruguayo
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"*La utopía está en el horizonte*. Camino dos pasos, ella se aleja dos
pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve
la utop...
Hace 3 meses
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