Secretos compartidos, y secretos que aún no me atrevo a confesar.
Días que pasan demasiado rápidos.
Puñaladas de vanidad y ego que me juegan malas pasadas.
Ilusiones ante sueños nuevos, ante rostros desconocidos.
Cambios de humor: enfados, gritos, prontos de rabia, injusticias.
Susurros.
La ausencia de los nombres, la carencia de los abrazos.
Aprender a mucha velocidad y asimilar con lentitud.
Asomarse al abismo y resbalarse. No estar a la altura o tener miedo -siempre el miedo- de no estar a la altura.
Escuchar los aullidos lamentosos de mi gata.
Mirar al mar y pensar, una vez más, que nadie me entiende.
1 comentario:
Cuando sientas que nadie te entiende, vete a la playa toma un poco de sol, lee un libro y escucha música. Así puede que tú solita llegues a la conclusión de que pocas veces alguien nos entiende. Es normal sentirse desentendido, seguro.
Un abrazo,
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