Heidelberg, antes de volver a Ceuta |
Volver a Ceuta, con repeticiones, con anhelos, con dudas, con cariño. Con la incertidumbre de los pasos no dados, con la sombra de las cartas de una misteriosa jugada. Sabiendo, sin embargo, que la suerte siempre juega de mi lado, a pesar de los miedos infundados, de querer sin querer, y de no querer, aún queriendo mucho. El gris de los días soleados. Los atardeceres que no veo. La contradicción constante del paso del tiempo retenido. Avanzar hacia demasiados rumbos. "No sé si estás detrás", dice una canción. Volver, con fuerzas, pero sin saber en qué dirección enfocarlas, sin tener aún seguro lo más claro. Los afectos más fuertes pueden llevárselos el mar, o la carretera.
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