sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz Navidad


La Nochebuena me sabe a piña, queso y guinda. El sonido, un 'Señor San José, señor San José' cantando entre risas por Cristina. Me gustan los anuncios de vuelta a casa por Navidad, la decoración navideña, las promesas de año nuevo aunque no se cumplan, los balances hechos a medias con Alejandro, tomarme las uvas con mi madre y aupar junto a mis amigos a los Reyes Magos en la cabalgata para que nos traigan lo que no nos trajeron el año anterior. Parece que algunos odian y otros aman la Navidad. Tampoco creo que sea eso. Pero soy de los que las navidades me parecen un tiempo de guiños, de ilusiones que no están de más por ser repetidas. 

Esta Nochebuena se presenta diferente. La pasaré en Tetuán compartida con algunas de las personas que quiero. Me hace mucha ilusión. Esa ilusión de las complicidades, de los deseos, de los abrazos fuera de imposiciones. Hace cuatro años pasé las Navidades más tristes, pero aprendí qué significaba ser paciente y aprendí también que no vale la pena empeñarnos en 'profanar' estos días simplemente porque la gente quiera estar feliz. Se pueden criticar los galanteos, el consumismo, las apariencias extremas, el ruido... Se puede, o no. Pero también se puede disfrutar, aprovechar cualquier excusa para achuchar a los amigos, para refelxionar sobre lo que podemos hacer más allá, para no olvidar. Excusas quizás también para explicar que, critique quien critique, a mí las navidades sí me gustan. Así que dulce Nochebuena y Feliz Navidad a todos.

No hay comentarios: