Muy bien. Genial. Muy contenta. Y es cierto, absolutamente cierto. No sólo eso, sino que las señales, más que dejarse intuir, me deslumbran. Y qué vamos a hacerle. Si es así de irremediablemente perfecto. Por más que una sea una quejica sin remedio ni gratitud. Que no entienda nada de nada, o, más bien, que al haberlo entendido todo sólo entienda que lo mejor sería (pese a esa insistencia generalizada) irse a vivir debajo de la yerba. Allí donde se esconde lo único que queda auténtico.
¿Sos española?, me preguntó el uruguayo
-
"*La utopía está en el horizonte*. Camino dos pasos, ella se aleja dos
pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve
la utop...
Hace 4 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario