¿Era Alberti quien preguntaba qué cantan los poetas andaluces?...
Alberti, Lorca, Juan Ramón... Mi favorito, Cernuda. La poesía, la de aquellos primeros encuentros de la infancia, es andaluza y sabe a colegio, a versos de Machado recitados por Mari Carmen, la maestra; a actividades escolares... A aquellas mañanas de cada 27 de febrero (porque el 28 era fiesta) en las que tocábamos el himno con la flauta (odiaba tocar la flauta), en el patio del colegio, a aquellos mapas que hacíamos con flores blancas y verdes...
Pero de aquello hace ya muchos años, y muchos años hace también que el día de Andalucía no me pilla en casa. Yo no soy muy patriótica, en ninguno de sus sentidos, ni tengo excesivo amor a las banderas, pero mientras nunca he tenido claro si soy más gaditana que choquera (o más de Huelva que de Cádiz), siempre me he sentido, aún en la distancia, muy cerca de Andalucía.
Sé que también se sienten así muchos de mis amigos, aunque ahora estén en Alemania, en Inglaterra, en Portugal, en Bolivia, en Barcelona... o como es mi caso, en Madrid. Esta crisis, o estas realidades, que nos disgregan por el mundo... Y yo, que tengo alma viajera, reconozco también que muchas veces no es ese alma errante la que me aleja de Andalucía, sino que es más sencillo: en nuestra tierra no hay trabajo. Ya nos gustaría estar más cerca...
En pocos sitios hay trabajo, pero allí menos. Por eso, tenemos que conformarnos -¿Conformarnos?- con que el 28 de febrero no sea festivo, con recordar y amar la tierra desde la distancia...
Feliz día de Andalucía